Los exámenes de admisión ya son cosa del pasado

Es importante verificar las credenciales de los cerrajeros al momento de solicitar sus servicios, de eso no tenemos dudas. Nos permite verificar su reputación, su experiencia y pericia en su profesión. Así debería ser con todas las profesiones, y de hecho lo es, por algo existen las entrevistas de empleo; así como otros formatos donde medimos la competencia de las personas que vamos a contratar.
En el sistema educativo existen métodos similares; en primera instancia existen pruebas que miden tu inclinación vocacional, es decir, según tus calificaciones en un a prueba determinan a qué carrera deberías aplicar para tus estudios superiores. Posteriormente, existe una prueba que se realiza a nivel nacional para que puedas aplicar a alguna de las carreras que hubieras seleccionado o para las que fueses más apto y ser asignado con un cupo por parte de El Estado.
En caso de que fallaras esta prueba, quedaban las pruebas de admisión internas de las diferentes facultades de las universidades. Pero eso está por cambiar.
Competencia vs Experiencia
Los sistemas educativos del mundo han sufrido cambios drásticos durante el último siglo. Antes, la forma de evaluar a los alumnos se basaba en medir cuán bien asimilaban el contenido que se les impartía en el aula y ya. Un tema de memorizar y aprender las cosas que se te enseñaban, de la misma forma en que se te enseñaban, repetición, rutina, robótico.
Esto implicó en que la sociedad se tornase algo monótona, de cierto modo. Muchas personas haciendo las cosas del mismo modo, como un estándar. Sí, suena bien; pero no lo está. Las cosas deben ser diferentes, es la esencia de nuestra humanidad. Es por ello que los sistemas educativos han ido avanzando con el pasar de los años, y por ende los métodos de enseñanza así como los contenidos que deben ser impartidos según la etapa de educación que corresponda.
Los exámenes de admisión en las instituciones de educación deberían dejar de existir, y no es algo que digamos sin algún tipo de fundamento. Las pruebas internas de las facultades, además de ser absurdamente complejas, miden conocimientos que usualmente no son impartidos en las aulas en las etapas previas a la universidad, y por mucha información que pudiera haber disponibles para prepararse, toma mucho más que un par de meses asimilar conocimientos que deberían ser adquiridos en al menos unos 2 años cursando el sistema de educación superior.
Por otra parte, también podría implicar una mejora considerable en el sistema educativo para las etapas más tempranas incorporando nuevas asignaturas que les puedan permitir adquirir conocimientos más específicos acerca de las carreras de las que se tenga mayor necesidad para el crecimiento de la nación.
Se trata de medir la competencia del alumno para convivir con personas que podrían ser mayores que ellas, entender que las cosas ya no son como cuando eras niño, que ahora eres un adolescente y que los niveles de exigencia son superiores. Es algo que deberían pensar los gobiernos del mundo.